Alrededor de una sencilla entrevista para la prensa local que hilvana unas cuantas obviedades sobre la vida de "la señora viuda de", Blanca y radiante va desenredando, inopinadamente, una compleja maraña de relaciones carcomidas por la hipocresía y el autoengaño.
Novela visceral, aunque a la vez irónica, que disecciona la educación sentimental de una mujer bajo los imperativos de la ideología de la España franquista, con sus innumerables secuelas éticas y existenciales, Blanca y radiante es, sobre todo, el ajustado retrato de una vida marcada por los condicionantes de género y la exacta demostración del quehacer literario de una escritora que supo conciliar compromiso y talento.