
La eventualidad de que las mujeres accedan a tareas de dirección y guarda del Estado no es exclusivo del pensamiento de Platón. Desde un género literario diferente -desde la comedia-, también fue concebida tal eventualidad por Aristófanes en
Las Asambleístas y en
Lisístrata. Nuestra hipótesis sería que Platón en la
República quiso evitar las situaciones descritas por Aristófanes en las que lo privado acabase imponiéndose sobre lo público.
El Estado era para Platón la reproducción en grandes dimensiones del alma de varón, pero ¿qué ocurre con el alma de las mujeres que, según parece desprenderse del discurso de Diotima en el Banquete, no es capaz de alcanzar la inmortalidad a través de la generación y que, de acuerdo con el Fedro, los cuerpos de las mujeres no son aptos para recibir las almas caídas en la primera generación?